Puntarenas, Octubre 2 de 1860
Mi Lupita.
Voy a ser fusilado dentro de dos horas. A nadie culpes en tu dolor semejante suceso; y esto hazlo en memoria mía.
Reduce tu familia cuanto puedas para que puedas soportar tu pobreza. Probablemente no podrás conseguir nada de tus bienes; pero Dios a ninguno desampara.
Propone a Don Santiago González que te dé dos o tres mil pesos, y que quede por cuenta sola, la empresa del camino. Yo no le escribo sobre esto por falta de tiempo.
Aquí poseo únicamente mi reloj y unos pocos reales que serán entregados a Manuel, quien entiendo irá a esa para consolarte. Mis hermanos cuidarán de ti. Estoy muy seguro.
José María Cañas